Puentes y fatiga
La rotura del Tacoma Narrows me ha recordado esto. Resulta que la rotura de un elemento a fatiga no siempre es predecible. Dos elementos iguales, sometidos a las mismas fuerzas, no rompen al mismo tiempo.
Tras repetir un esfuerzo pequeño cientos, miles ó millones de veces, aparecen pequeñas fisuras. Apenas apreciables. Pero que aumentan rápidamente provocando la rotura.
La rotura por fatiga se puede predecir, tal vez estimar, pero no afirmar al 100%. No puedes saber si el motor de tu coche se romperá a los 50, 70 ó 300 mil km. Puedes estimarlo, pero no acertarlo.
Cuando se construyeron los primeros puentes para el ferrocarril, las roturas por fatiga preocupaban a las personas. Un puente podía aguantar por la mañana el paso de un tren de varias decenas de toneladas, y por la tarde romperse al paso de una carreta empujada por dos caballos.
Y aunque un puente de metal pueda vibrar, no te asustes.
Y no, no está hecho de tocino.
Someday, in English
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