21 de julio de 2008

Qué es la oxicombustión

Hoy toca post ingenieril. Porque hace muchísimo tiempo que no dedico uno a estos temas.

El de hoy va sobre oxicombustión, como su título indica.

Todos sabemos que para que una combustión tenga lugar hacen falta dos cosas: combustible y comburente. Normalmente el comburente es el oxígeno.

Pero el problema está en que nunca empleamos oxígeno puro, sino aire. El aire tiene, aproximadamente, la siguiente composición:

- Oxígeno: 21%
- Nitrógeno: 78%
- Vapor de agua: variable (0-7%)
- Otros gases: 1%

El oxígeno se consume en la combustión, pero ¿Y los demás?.

Puede decirse que son ladrones de energía. En la combustión se libera energía, y esta es empleada en calentar todos los gases, tanto los derivados de la combustión (CO, CO2, vapor de agua, etc), como los que apenas participan, en especial el nitrógeno.

¿Cómo se puede aumentar la temperatura de esta combustión? Pues eliminando el aire y empleando como comburente oxígeno casi puro. Quemando el mismo combustible se obtienen temperaturas mucho más altas.

Este sistema no se utiliza de modo generalizado en el mundo de la combustión porque conseguir un gas con altas proporciones de oxígeno supone mayor coste y gasto energético del que luego se ahorra en la oxicombustión. Tan solo cuando es imprescindible una elevada temperatura (procesos de soldadura).

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