30 de marzo de 2008

Políticamente incorrecto

Estoy viviendo en Dinamarca, y esta Semana Santa me escapé unos días a Suecia. Y me encontré esto:



En Dinamarca, la población inmigrante más grande es la de origen turco. Desconozco la situación en Suecia, pero supongo que será similar. Por eso este cartel me chocó doblemente.

La foto la tomé en Malmo (Sur de Suecia), pero el anuncio estaba también en Goteborg y Estocolmo.
La traducción real de este mensaje es algo así como la llamada turca, y fonéticamente suena un poco parecido al inglés Turkish call.

24 de marzo de 2008

En bicicleta

Sabado noche. Unas copas en la residencia universitaria de un amigo, y terminamos en Copenhague. Luego una hora de bus -sí, vivo lejos -, desayuno, y a dormir en casa a las 6.

09:12 Abro un ojo y lo cierro.
09:13 Abro nuevamente un ojo y miro por la ventana. Está nevando!. En cualquier otra situación habría empezado a saltar y a bailar. Pero estoy ya acostumbrado a la nieve y tengo sueño.

09:18 No me puedo dormir. Me levanto, digo good morning a la familia con la que vivo, un vaso de agua, y me meto en la cama.

14:36 Llevo varias horas dando vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueño del todo. Me levanto. La mujer me pregunta si es que estoy resacoso, por aquello de levantarme y acostarme otra vez.
No, solo es que volvi tarde. Aunque no me explico porqué me encuentro tan bien. Con lo que bebí debería estar deseando que alguien acabara rápidamente con mi vida.

Necesito cansarme. Un vistazo a Google maps, trazo una ruta rápida, y 18 km de bici ahora me esperan. Es la ocasión de conocer los alrededores y cansarme un poco.

No me arrepiento. Ølstykke, Stenløse, Veksø, Østrup Holme..





Estación de Veksø

Y aquí la lié. ¿Quién me manda a mi investigar nuevos caminos? Me pierdo. No tengo ni idea de dónde estoy. Pero no pasa nada, tengo tiempo y fuerzas. Empieza a nevar un poco. Seguiré pedaleando y a algún sitio llegaré. Mientras no nieve intensamente ni anochezca, no problem.

Subo una cuesta algo complicada. La bajo. Tras 20 min miro a mi alrededor. "Espera: ¿Por aquí no habías pasado antes en dirección opuesta?". Pues nada, otra vez cuesta arriba y cuesta abajo. Media hora perdida tontamente.

Me encuentro a un abuelete en bici. Por encima de los 60 años. Alto, corpulento, abrigo, botas de nieve, en bicicleta de paseo. Es mi salvación. "Do you speak English?" "Yes, but not so much".

Bien, cuando un danés te dice que habla un poquito de inglés, significa que su nivel le da mil vueltas al tuyo.

Me dice que le siga. "Joder, ahora me va a tocar ir al paso del abuelo. En fin, al menos me está guiando". ¡Y una leche! Como aprieta el puñetero, especialmente en las cuestas arriba. A duras penas le sigo.

Y tras media hora llegamos a una carretera principal. Paramos. Me da las indicaciones de turno - muy sencillas, por cierto -. Muy educadamente, como solo las personas mayores y con sabiduría, me recomienda ir con mapa la próxima vez. Me sienta como si me estuviese llamando idiota. Agacho la cabeza y afirmo. Mientras tanto pienso: "Bueno, ya lo sabes para la próxima vez".

Me subo a la bici y ¡PIUNG! Algo blanco y pequeño ha salido disparado por delante de mi cara hacia arriba. Miro la rueda delantera. ¡Ag!. Al pararme a hablar, los auriculares del iPod se me habían caído. Lo que había visto volar era el auricular izquierdo, seccionado por los radios de la bici. ¿Algo más puede ir peor?

Llego a casa, chequeo la ruta que he hecho. Por tonto, he hecho casi 10 Km de más. Bueno, no pasa nada. Al menos, ha sido un paseo muy bonito.



¿A dónde irá este barquito?


¿Os hace una partidita de mini-golf?

22 de marzo de 2008

Todo cambia

Lo curioso del invierno es que todo cambia. Han caído cuatro copos, y ya se ve todo diferente. Es de noche y me dirijo al centro de Copenhague a pasar la noche como cualquier sábado.


Las pocas bicis que quedan se refugian de la nieve.

A eso que veo en el otro andén a un gatito. Blanco, pequeño como él solo. Maúlla sin cesar. Un maullido lastimero, probablemente en busca de su madre. O simplemente en busca de un lugar cálido y con alimento. Yo llevo mil capas de ropa y siento helor en todo el cuerpo.

Tras unas cuantas vueltas, intenta cruzar la vía del tren. Salta abajo. Como veréis, hay una cierta altura.



Se para en la vía de mi andén. Me mira con lástima. "Lo siento. Sabes que no puedo ayudarte. No tengo aquí comida, no te puedo ofrecer calor, y por lo que más quieras, ¡sal de ahí que el tren viene en 5 minutos!".

Pero el gatito seguía con su aullido lastimero, ajeno al tren. No me lo podía quitar de la cabeza. Me sentía triste, pero simultáneamente muy nervioso porque el tren estaba al llegar. No quiero imaginarme lo que puede hacer un tren con un animalito así.

¡Y sucedió! No sé como leches, pero lo hizo. Pegó un bote y subió al andén.
- ¿Cómo puede saltar tanto un gato? ¡Ole tu huevos! - pensé.

Pasó a mi lado, me miró, y continuó su búsqueda. Le deseé mucha suerte.



Al amanecer volví en bus por otro camino. Me acordé de él. ¿Habrá encontrado lo que buscaba? ¿O habrá perecido en el intento? Estés donde estés, mucha suerte desconocido.

¿Qué hacemos hoy?

Hoy ha amanecido nevando. Creo que es la primera nevada más o menos intensa que veo desde que estoy aquí.



Este es el jardín de mi casa nevado. Como podeis ver, el vecino tiene una bandera. En este país las hay por todos lados. Porque son muy patrióticos, y porque es la mejor manera de saber como sopla el viento. Detalle importante, especialmente si vas en bicicleta.

Las historia está en que la familia con la que vivo me ha invitado a ir con ellos a visitar una granja. Era día de puertas abiertas, y hemos acabado allí. Suelo embarrado, paja cubriendo todo, y ovejas juguetonas acercandose a ti en busca de alguna caricia. Divertido, especialmente cuando los animales más pequeños se aprovechaban de su tamaño para cruzar las vallas de madera y salían correteando por los alrededores.





Una tradición de la que no me acordaba pues no existe en España. El huevo de Pascua. Y este, me lo encontré en mi habitación. Un gran huevo de chocolate, como un Kinder sorpresa enorme. Y cuando lo abrías no había regalo, sino más bombones.

Sí, me he puesto las botas. :)

20 de marzo de 2008

Viaje a Suecia

El 14 de Marzo nos fuimos de viajecito a Suecia. 5 días de locura nos aguardaban.

Comenzamos por Malmö, a la que solo pudimos dedicar una mañana. Tras cruzar el puente de Øresund que nos separaba de Suecia, estuvimos unas horas en la ciudad.



La plaza del ayuntamiento



Tras eso decidimos callejear por el casco antiguo. Tanto color, creo yo, es para luchar contra el oscuro invierno.





Continuamos paseando por el Slottsparken, unos jardines que rodean un viejo castillo.





La lluvia hizo que este lugar fuera soooooolo para nosotros.


Y dentro del castillo había una exposición un tanto extraña. Había de todo. desde arte moderno...



...hasta una habitación con espejos (momento friki).



Fuimos al museo de la técnica. Toda la tecnología del siglo XX concentrada en 5 salas. Había desde cafeteras de los años 60 hasta un submarino dado de baja hace años que se podía visitar por dentro. Pasando por coches de todas las épocas, motos, casettes de música, una planta decorada como si fuera un barco de principios de siglo, televisores, turbinas de aviones abiertos para poder apreciar los álabes... y un sinfín de cosas más.

Tras esto, ya habíamos cumplido nuestra mañana en Malmö, y nuestro tren rumbo a Göteborg nos esperaba. Llegamos al anochecer y nos juntamos con el otro grupo de españoles que habían ido allá directamente. Como no, arrancamos la noche con una gran fiesta...


... lo malo es que la fiesta terminó a las 4 y no había buses hacia nuestro hostal hasta las 6 y media. Aunque nos tomamos un kebab, decir que no es agradable que estar en la calle a esas horas. Descubrimos que allí la fiesta arranca incluso antes que en Dinamarca. Solo les falta hacer la fiesta a mediodía. :)

Pero Göteborg demostró ser una ciudad bonita. Nos pasamos el día cogiendo tranvías. Creo que cogimos más de 20 en un solo día. El transporte publico es caro, pero una tarjeta de 24 horas da para mucho.



Monumento a Evert Taube, junto a la ópera.


Y no sé por qué, pero el último día esta parte de la ciudad me recordó a San Francisco. La arquitectura cambió, salió el sol, había mucha vida en la calle. Puestos que vendían chocolate caliente y bollos, una banda completa amenizando el ambiente... en fin.. no era nórdico.


Y tras dos días allá, otras 5 horas de tren a Estocolmo. Nuestro hostal estaba en un lugar privilegiado.... haciendo aguas... literalmente. Era diminuto, y el suelo se movía...


En efecto, era un barquito remodelado como hostal. Habitaciones diminutas, escaleras empinadas, y pasillos minúsculos. Recuerdo que la puerta de nuestra habitación, la puerta de dos alemanas que estaban al lado, y la puerta del baño, no podían abrirse simultáneamente. Abrir una implicaba bloquear las otras 2 por falta de espacio. :)

Como no. David y yo comiendo un helado en invierno... otra vez


El cambio de guardia de la guardia real es algo curioso de ver. Como siempre, a las 12 del mediodía.




Y tras haber pateado todo, nos fuimos a la parte nueva. Grandes lagos y entradas de mar, combinados con construcciones modernas. Y si, yo haciendo el payaso otra vez. :)



Momento Green Girl...




Ya por la noche salimos en busca de fiesta. Estocolmo, capital de Suecia, Domingo noche.... ¡vaya fiesta nos vamos a dar!....

... y caminamos en busca de una discoteca abierta (nada)
... y preguntamos a la gente (nada)
... y empieza a nevar fuerte
... y buscamos un pub (tampoco)
... y volvimos a preguntar (nadie sabe nada)
... y ya llevamos 40 min caminando bajo la nieve
... y buscamos un antro de mala muerte, donde solo los borrachos y perdidos van a ahogar sus penas
... y ni eso!

Un amable Sueco, que había vivido en España, nos dijo que esa ciudad estaba muerta. Claro, si lo comparamos con España...

Bueno, pues esto es lo único que encontramos. No es un bar, pero al menos da mucho juego.



El siguientes día siguió siendo muy intenso.

Entre otras cosas, vimos la exposición temporal de Andy Warhol, maestro del arte pop. ¿Quién no conoce estos retratos?





Intenso tanto por todo lo que visitamos, como por las nevadas que nos volvieron a caer. Ya echabamos de menos algo así después de tanto tiempo en Dinamarca con frío y sin nieve.



¿Y cómo entrar en calor? Pues yendo al museo del vino y bebidas alcohólicas. Visto muy deprisa, pero igualmente interesante. Lástima que no dieran alguna degustación.:D


Y ya era hora de volver a casa. Muchas horas de tren hasta Malmö recorriendo una Suecia blanqueada.







¡Pero no acabamos aqui! ¡Jajaja! Aún teníamos un bonito día en Malmö para terminar de ver lo que no pudimos ver a la ida.



De lo mejorcito, la torre del arquitecto español Santiago Calatrava, dominando la zona, retorcida. Como si la hubieran anclado en el suelo pero se negara a no mirar lo que hay a su alrededor.



Este muelle salía de la playa e iba a... sí, a ningún sitio. Lo del fondo es la playa que ellos llaman la Copacabana Sueca. No es nada del otro mundo, pero es lo que tienen.



Y ahora sí, ahora sí que me volví a Copenhague a coger fuerzas y disfrutar del resto de la Semana Santa.

9 de marzo de 2008

Helsingør

Aunque no dije nada, hace 2 semanas me fui a pasar el día a Helsingør.

Voy a hacer un resumen de lo que fue el día. Más que nada por si alguien alguna vez busca información sobre esta ciudad, y de paso para mí, para tener un diario del viaje.

Paciencia. Son muchas fotos y la página puede tardar en cargarse.

Por la mañana nos juntamos en la estación de Copenhague H (Køvbenhavn H).



Tras media hora de tren nos plantamos en la estación de Helsingør.



Es salir de la estación y empezar a disfrutar de las vistas.



Se me hace muy curiosos ver un tranvía en el puerto de una localidad tan pequeña.



Bonitas vistas. Al otro lado está la ciudad de Helsingborg, que pertenece a Suecia. Sí, es un lío. Una ciudad se llama Helsingør(Dinamarca), y la otra Helsingborg (Suecia). Como anécdota de la proximidad que hay, a mi amigo le llegó un SMS en el que una compañía de telefonía sueca le daba la bienvenida por haber entrado en el país. :)



Y a muy poca distancia de allí se alza el Castillo de Kronborg (Kronborg Slot). Este castillo fue construido por el rey Erik de Pomerania en el siglo XV. Aunque desde su emplazamiento se controla muy bien el estrecho, este castillo es famoso porque es el escenario elegido por Shakespeare para su Hamlet.







Primero de los tres puentes de acceso al castillo. Este puente lleva a un pequeño islote.





El segundo puente..



Antes de cruzar el último puente, podemos disfrutar de algunas construcciones típicas de la época.





El patio interior del castillo



Accedimos a ver los salones reales. La verdad, eran bastante modestos en comparación con lo que se puede encontrar en otros palacios reales.





Esta foto fue tomada desde el interior del castillo. Nosotros, como estamos tan mal de la cabeza, sacamos nuestra propia teoría:
Los cañones apuntan al mar, pero también apuntan hacia Suecia. Nuestra 'teoría' es que cada día, a las 5 de la mañana se disparaban con un ¡GOOD MORNING, SWEDEN!



Bueno, tonterías aparte. También hay una pequeña capilla en la planta baja del castillo.



Y por último un paseo por las mazmorras del edificio. Unos túneles casi en completa oscuridad. Las fotos se ven gracias al flash de la cámara, pero en realidad era muy oscuro. Hay posibilidad de comprar unas linternas antes de entrar. En los túneles no hay prácticamente nada que ver. Pero es algo inquietante eso de perderte en túneles en lo que no ves casi nada, hay humedad, y no tienes claro dónde está la salida.

Recuerdo que alguien pregunto: Why is too dark?
Y la respuesta fue genial: Because there is nothing to see. :)





Y nada, a pasear por el lugar.





Estatua de Erik de Pomerania.





El castillo de Krapperup. Lo malo es que cuando llegamos estaba cerrado. Pero disfrutamos de sus jardines.



Y yo me pregunto.. sin esta asi de bonito en invierno... ¿Cómo estará en primavera?



Otra anecdóta: nos encontramos con este restaurante español. Estaba cerrado, pero la carta estaba en la puerta. Platos españoles muy típicos. Eso sí, bastante más caro que en un bar español.





Anochece. Hora de recogerse. Nos despedimos de este lugar y su castillo...



Ya podemos decir que conocemos un poquito más de Dinamarca.



El lugar está bien para pasar una mañana, o más bien el día completo. Está próximo a Copenhague y puede ser una bonita excursión. Pero no lo recomiendo si vas a visitar Copenhague en 3-4 días como suele ser habitual. Está bien si vas a estar por la zona más de 1 semana y quieres ver algo más.