24 de marzo de 2008

En bicicleta

Sabado noche. Unas copas en la residencia universitaria de un amigo, y terminamos en Copenhague. Luego una hora de bus -sí, vivo lejos -, desayuno, y a dormir en casa a las 6.

09:12 Abro un ojo y lo cierro.
09:13 Abro nuevamente un ojo y miro por la ventana. Está nevando!. En cualquier otra situación habría empezado a saltar y a bailar. Pero estoy ya acostumbrado a la nieve y tengo sueño.

09:18 No me puedo dormir. Me levanto, digo good morning a la familia con la que vivo, un vaso de agua, y me meto en la cama.

14:36 Llevo varias horas dando vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueño del todo. Me levanto. La mujer me pregunta si es que estoy resacoso, por aquello de levantarme y acostarme otra vez.
No, solo es que volvi tarde. Aunque no me explico porqué me encuentro tan bien. Con lo que bebí debería estar deseando que alguien acabara rápidamente con mi vida.

Necesito cansarme. Un vistazo a Google maps, trazo una ruta rápida, y 18 km de bici ahora me esperan. Es la ocasión de conocer los alrededores y cansarme un poco.

No me arrepiento. Ølstykke, Stenløse, Veksø, Østrup Holme..





Estación de Veksø

Y aquí la lié. ¿Quién me manda a mi investigar nuevos caminos? Me pierdo. No tengo ni idea de dónde estoy. Pero no pasa nada, tengo tiempo y fuerzas. Empieza a nevar un poco. Seguiré pedaleando y a algún sitio llegaré. Mientras no nieve intensamente ni anochezca, no problem.

Subo una cuesta algo complicada. La bajo. Tras 20 min miro a mi alrededor. "Espera: ¿Por aquí no habías pasado antes en dirección opuesta?". Pues nada, otra vez cuesta arriba y cuesta abajo. Media hora perdida tontamente.

Me encuentro a un abuelete en bici. Por encima de los 60 años. Alto, corpulento, abrigo, botas de nieve, en bicicleta de paseo. Es mi salvación. "Do you speak English?" "Yes, but not so much".

Bien, cuando un danés te dice que habla un poquito de inglés, significa que su nivel le da mil vueltas al tuyo.

Me dice que le siga. "Joder, ahora me va a tocar ir al paso del abuelo. En fin, al menos me está guiando". ¡Y una leche! Como aprieta el puñetero, especialmente en las cuestas arriba. A duras penas le sigo.

Y tras media hora llegamos a una carretera principal. Paramos. Me da las indicaciones de turno - muy sencillas, por cierto -. Muy educadamente, como solo las personas mayores y con sabiduría, me recomienda ir con mapa la próxima vez. Me sienta como si me estuviese llamando idiota. Agacho la cabeza y afirmo. Mientras tanto pienso: "Bueno, ya lo sabes para la próxima vez".

Me subo a la bici y ¡PIUNG! Algo blanco y pequeño ha salido disparado por delante de mi cara hacia arriba. Miro la rueda delantera. ¡Ag!. Al pararme a hablar, los auriculares del iPod se me habían caído. Lo que había visto volar era el auricular izquierdo, seccionado por los radios de la bici. ¿Algo más puede ir peor?

Llego a casa, chequeo la ruta que he hecho. Por tonto, he hecho casi 10 Km de más. Bueno, no pasa nada. Al menos, ha sido un paseo muy bonito.



¿A dónde irá este barquito?


¿Os hace una partidita de mini-golf?

No hay comentarios: