13 de julio de 2008

¿Quién es quién?

Se enciende el despertador y se apagan mis sueños. Tripe salto mortal para bajar de la cama - litera -, apagarlo, y volver a escalarla para seguir a lo mío: Durmiendo.

Y es que el que nació perezoso, perezoso sigue siendo.

Abro un ojo. Llego tarde a la biblioteca. No pasa nada. Nadie me espera. Bueno, si. Esa pila de libros de Ingeniería Térmica que me queman la sesera. ¿Acaso no es ya bastante con el sol de Murcia?.

En la calle miro a un lado ¿Conozco a alguien? Miro al otro ¿Y aquí?.

En Copenhague no conocía a nadie. No buscaba nada, ni a nadie. Simplemente vivía.

Ahora he de prestar atención. ¡Qué maleducado sería si me cruzase con alguien conocido y no le saludara! El vecino, el compañero, el amigo, la abuela, el que quieres ver, el que no quieres ver, el que no te quiere ver... ¿Quién es qién? ¿Por qué conoceré a tantas personas? Espero que, al menos, mi brusco cambio de imagen me haga pasar desapercibido.

Mientras tanto solo puedo decir lo que Homer Simpson nos enseñó. Algo tan importante que gracias a él figura en el Oxford English Dictionary.

D'oh!

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno, siempre puedes hacer como q no ves... en un buen método :D