9 de junio de 2008

Recibiendo visitas

Es lo que tiene estar tan lejos. Mi brother y Eugenio - mi loco particular - llegaron a CPH de noche. Fue un fin de semana rápido e inolvidable. Volví a recordar lo que era estar otra vez con ellos, aunque nunca los había tenido juntos.

Peligro, peligro! Desmadre a las 4 en punto y aproximándose a gran velocidad.

Noche descontrolada los 3 chicos solos. Cerveza y tequilas en el L.A. bar hasta el amanecer (a las 3 de la mañana!) y unas horas más. A punto de tener problemas con la poli por buscar bicis ajenas (chico, estate quietecito).

Y si a esta mezcla añadimos después la presencia de la chica de verde, el caos se confirmaba.

Visita relámpago por Copenhague gracias a las bicis. ¡Que gran invento! Me acabo de dar cuenta que ya llevo un año usándola.

Muchos chistes malos, ensaimada mallorquina, mucho decir:
¡Qué piernacas que tiene la rubia!
para escuchar luego:
¿Sois españoles? Yo soy de Salou.
Tierra tráganos. :D
Sobrasada mallorquina. Más paseos por Copenhague. Patés. Charlando en los parques, tirados en el césped. Licor de hierbas. Otra vez volviendo al hostal a las 5 de la mañana con un sol radiante. El Diamante Negro. Cafecito y comida en el vegetariano de Christiania. Tívoli. Burguer y sus aromas. Otra birra en un pub irlandés (también aromatizada). Más birra, ahora con Green Girl (esta vez sin aromatizar, por educación). Breve y rápida despedida ante el taxi. Me arrepiento de no haberos acompañado de madrugada al aeropuerto. ¡Perdonadme!.

¿Por qué os habéis ido tan pronto? ¿Será porque las cosas buenas deben durar poco?

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